domingo
2.3 El bien y el mal
La Biblia está repleta con frases, dichos y episodios con respecto al bien y el mal. Muchas veces aparece la frase <<busque el bien y evite el mal >>. El rey Salomón, por ejemplo, antes de comenzar a gobernar el pueblo de Israel en un Reino Unido, pide a Dios la sabiduría para poder distinguir entre el bien y el mal. En la Biblia el bien o lo bueno equivale a lo justo, a lo verdadero, al comportamiento noble, honorable y respetuoso, a la preocupación por los demás, especialmente por la familia y por los más vulnerables en la sociedad (los huérfanos, las viudas, los migrantes/forasteros, los oprimidos, discapacitados, etcétera, ver Deuteronomio 24,14; Isaías 1,16). Pero también el bien o lo bueno es lo que conduce el verdadero culto de Yave en lugar de los dioses falsos o inventados por los seres humanos, dioses falsos como los faraones y los emperadores de la tierra que nos hacen pensar que son dioses porque tiene mucho poder y riquezas. El bien, sobretodo es fidelidad a la alianza. El mal o el malo es la opresión de los vulnerables y los jornaleros, la mentira, la injusticia, la corrupción por la falta de honradez, el homicidio y el culto adioses falsos. El mal sobre todo es la infidelidad a la alianza, especialmente después de haber experimentado la bondad de Dios liberador, ver Exodo 20, 2-3. De hecho el imperativo moral en la Biblia y en la iglesia es: ¡haz el bien! ¡evita el mal! y ¡hace el bien! ¡trabaja por cambiar el mal!
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