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1 Teologia Fundamental

La Teologia Fundamental es una disciplina teológica que estudia el acontecimiento de la revelación y su credibilidad a fin de ofrecer al creyente las razones que motivan su opción de fe y presentar a quienes no comparten su misma profesión de fe las razones para poder creer. La historia de la teología fundamental puede considerarse como reciente o como antigua según el punto de partida que se adopte. Si se la considera en relación con la apología, hunde sus raíces en los mismos textos neotestamentarios (1 Pe 3,15) y en los diversos escritos de los Padres de la Iglesia de los primeros siglos; si se la ve en relación con la apologética, habrá que retrasar más bien su génesis hasta el siglo XVI, cuando surgen los primeros tratados que inauguran la nueva ciencia que tiende a defender la ortodoxia de la fe católica; finalmente, si se la valora en relación con su configuración actual, tiene su origen en la renovación teológica anterior al Vaticano II y encuentra su oficialización, incluso semántica, en el documento Sapientia christiana del 29 de abril de 1979.


1.1 ¿Quien es Dios?

Nuestra primera pregunta: ¿quien es Dios? El mensaje cristiano, en su pretensión de ser la palabra de Dios, habla primero de Dios. Pero, ¿quién es Dios? Una respuesta a la pregunta de quién es Dios podría a primera vista parece muy difícil, si no imposible. Segundo, el mismo mensaje cristiano desde siempre ha pretendido que Dios no cae bajo nuestros conceptos. Pero entonces, ¿cómo puede hablarse de El? Vamos a preguntarle al mismo mensaje como introduce la palabra Dios, si Dios no cae bajo ningún concepto. Su respuesta es, en tercer lugar, que de Dios solo comprendemos lo distinto de El que, sin embargo remite a El.

1.2 El ser humano: abierto a la fe y a comunicación divina

¿Se puede probar que somos creados? El mundo sólo se explica por sí ser creado. El hecho de que el mundo es creado, se demuestra así: Si ser creado de la nada es lo mismo que <<ser total relación a…/En total distinción de… >>, debe corresponder a estos dos aspectos una unión de opuestos en la realidad creada. Y de hecho es así: toda realidad mundana se nos presenta como una unión de opuestos (identidad y no identidad: movimiento; necesidad y no necesidad: contingencia; ser y no ser: finitud). Así el universo toda realidad en el nos presentan un problema de contradicción que no puede resolverse a menos que aduzcamos precisamente aquellos dos aspectos que no se excluyen otra vez. Por el hecho de ser relación a Dios en distinción de El, somos realidad, aunque de manera limitada. Por el hecho de ser relación a Dios en total distinción de El, nuestra propia realidad queda limitada, finita, como penetrada de negación.

1.3 Naturaleza y transmición de la Revelación de Dios

Naturaleza y transmisión de la revelación en Dei Verbum: la revelación en la sagrada escritura (el Antiguo y el Nuevo Testamento. La Historia de la Salvación-historia humana) y transmitida en la Sagrada Tradición. 

Constitución dogmática Dei Verbum: sobre la divina revelación del concilio Vaticano II, 1965


Uno. El Santo concilio, escuchando religiosamente la palabra de Dios y proclamando la confiadamente, hace suya la frase de San Juan, cuando dice: "les anunciamos la vida eterna, que estaba en el Padre y se nos manifestó: lo que hemos visto y oído no se lo anunciamos a ustedes, a fin de que viváis tambien en comunión con nosotros, y esta comunión nuestra sea con el Padre y con su Hijo Jesucristo" (1 Jn, 1, 2-3). Por tanto siguiendo las huellas de los concilios Tridentino y Vaticano I, se propone exponer la doctrina genuina sobre la divina revelación y sobre su transmisión para que todo el mundo, oyendo, crea el anuncio de la salvación; creyendo, espere, y esperando, ame.